A camino, Flora Deli & Deco.


Y acá un encanto a parte que casi me lo robo: un pájaro súper cantante. Su ‘‘voz’’ era tan linda que casi ni noto el color de su cuerpito en naranja bastante llamativo, o el color de su jaula, un rosa re chic.


Acá les hice un close en la anotación porque Flora no tiene esa inspiración tanto conocida por nosotras, que es la inspiración francesa, sino más bien acá es norteamericana.


El cuadro negro con avisos en letras de horma luego anuncian medialunas calentitas, además de marmolado, budín de mandarina – detalle: miren las florecitas dibujadas!


Desde el vidrio, una jarra de porcelana blanca con flores igual de lindas de las de afuera.


¡Hasta que finalmente entramos en el local!


Paraaaa. Otra foto más de la entrada porque el varal de flores que coloren el nombre de la casa era demasiado lindo.


Imagen general. ¿Todavía les tengo que explicar porque le puse el título de ‘‘tiny and magical’’? Simple, como ven Flora comporta adentro de su casita nada más que 4 mesas, siendo que en cada una entran 2 personas. Hagan las cuentas y vean que nada más que 8 chicas entran allí. ¡Y eso simplemente me encantó! Nada en contra locales más grandes pero necesitaba algo más chico, adonde ir sin escuchar mucha gente hablando de una sola vez. (Igual si el tiempo lo permite, dos mesas más son puestas afuera).


Y Flora es mágico porque lo es… Ya sea por sus flores en la vereda, pájaro naranja que canta, etc. Acá también se venden cositas que las trae de viaje la dueña Josefina. Miren:


Cuadernitos de anotaciones, accesorios Marc Jacobs, vasos en porcelana decorada…
Budas, cremas Vic Secrets. Bueno no son solamente cualquier cositas de decoración. ¿No?

Flora también cuenta con su ‘’rinconcito de la lectura’’.


Y plantas lindas debajo de la mesita de lectura – chicas, no me digan que saco muchas fotos.


Ya está, ahora les hablo de la arquitectura. Hasta el papel de pared es lindo.


Objetos distribuidos por el local y inspiración para nuestro do it yourself – miren el vaso de jalea con flores adentro (además de lindo, es fácil y creativo).


La mesa de comidas simples, pero con un riquísimo olor, me dio hambre. Brownies, budín de naranja, zanahoria, medialunas.



La carta era igualmente delicada y femenina, escrita a mano. 


Mi mamá pidió un café – que según ella fue el mejor café que tomó el toda la vida. Yo que pensé que estaba exagerando me callé la boca cuando llegó mi pedido.


Un cappuccino re maravilloso.  Según mi mamá todo lo que es hecho con amor, queda rico. Ahí está, el amor es mágico.


Luego vinieron nuestro queso crema y jalea…